miércoles, 16 de junio de 2010

VELASCO..

Velasco, nacido en el Estado de México, ingresó a la Academia en 1858 luego de ser
observadas sus dotes de dibujante y el manejo que hacía de los colores. Durante una parte de
su educación, estudió con Pelegrín Clavé, pintor clasicista español, pero no se identificó con su
estilo y pasó al taller de Eugenio Landesio, quien trabajaba con las pinturas de paisajes.
Landesio será quien descubra en Velasco las cualidades de paisajista que luego le
caracterizarían.

Las primeras obras de Velasco están relacionadas con la arquitectura y el paisaje. De esta
época destacan sus pinturas del Patio del exconvento de San Agustín y la Fábrica de la
Hormiga. En esta etapa el maestro Landesio pedía a Velasco observar con detenimiento la
naturaleza para alcanzar un conocimiento sin reserva de sus formas. Velasco se dedicó a
dibujar y pintar las rocas y las copas de los árboles durante esta etapa.

Los paisajes rocosos serán una prioridad para Velasco. Destacan Rocas de Peña Encantada,
Cerro de Guerrero en Guadalupe y Peñas del Cerro de Atzacoalco, en los que se observa el
detalle que pone en los accidentes de estas formaciones rocosas, los diferentes tonos que
mostraban, y detalles como la porosidad o el musgo en determinada roca. Las lecciones sobre
árboles y arbustos también dieron buenos frutos, como se puede ver en Ahuehuetes de
Chapultepec, donde los árboles son representados majestuosamente junto al histórico lago.

Otro de los temas en la pintura paisajista de Velasco es el paisaje urbano, tema muy trabajado
por Landesio, de quien evidentemente recibió su influencia. La pintura Vista de la Alameda de
México muestra una maestría delicada en el tratamiento de los árboles, los contrastes de luz, y
los colores que produce el Sol a través del follaje, mismos que alcanzan un realismo
impresionante y recuerdan las pinturas de Landesio que se exponían en la academia, y que
seguramente eran estudiadas minuciosamente por José María.

En la década de 1870, Velasco inicia el paisajismo de altos vuelos. El Valle de México es el
tema principal de sus pinturas durante esta época. Intentó plasmar todas las perspectivas que
le parecían posibles. Los volcanes Iztaccihuatl y Popocatepetl aparecen recurrentemente. En
tres trabajos, Velasco busca representar el Valle de México; en el primero lo hará desde la
Basílica; el segundo, más alejado, incluye a la ciudad y sus edificios; el definitivo lo hará desde
el cerro de Atzacoalco. En esta pintura Vista del Valle de México desde el cerro de Atzacoalco,
Velasco logró una magnífica representación del Valle de México.

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